Aunque se trate de uno de los mejores espacios naturales definidos por los dos grandes ríos, nadie sabe dónde comienza y acaba exactamente la Ribeira Sacra. Puede que sus límites verdaderos vengan dados por la presencia de las vides en las laderas de solana. De aquí salían los vinos de Amandi que alcanzaron fama de exquisitos ya en tiempos del Imperio romano, y hoy cuentan con una Denominación de Origen que los ampara.
Los monasterios fueron exclaustrados y las aguas remansadas en sucesivos embalses, pero la fuerza del paisaje sigue latiendo en cada cosecha de sus frutos. Admira la difícil vendimia en las fuertes pendientes sólo cultivables en bancales, en la mejor muestra de paisaje humanizado sin prisa. La naturaleza más agreste encuentra su sitio en los afloramientos graníticos revestidos de matorrales y bosques de castaños y robles. Las peculiares condiciones climáticas de las zonas más resguardadas favorecen la presencia de especies mediterráneas como los alcornoques y los madroños. El conjunto de rocas altas de las gargantas se han citado en ocasiones como uno de los últimos refugios de las aves rapaces más amenazadas. Sorprendentes paisajes de bancales para el cultivo de la vid. Las condiciones climáticas permiten que especies típicamente mediterráneas encuentren aquí refugio. Por ejemplo, los alcornoques y los madroños que acompañan a las manchas boscosas autóctonas de robles e castaños. Las aves rapaces como el águila real y el halcón peregrino también encuentran su hábitat en las rocas de más difícil acceso del cañón.
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Autoraribeirasacra.info Archivos
Abril 2023
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