GUÍA TURÍSTICA
QUÉ VISITAR
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TORRE DA HOMENAXE
Monforte fue, en la época medieval, un ejemplo de ciudad-fortaleza feudal, alrededor de un monasterio, con un castillo situado en un punto estratégico del Monte de San Vicente.
La torre, construída entre los siglos XIII y XV, era el edificio más importante dentro del castillo, ya que allí se celebraban las llamadas 'Ceremonias da Homenaxe', un ritual que unía al señor con su vasallo. Se trata de una atalaya de 30m. de altura, 13m. de lado y muros de 3m. de grosor. Tanto la torre como la muralla de la fortaleza sufrieron importantes daños durante la 'Gran Guerra Irmandiña' que, una vez finalizada, procedieron a su reconstrucción en el 1469. |
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PONTE VELLA
La tradición dice que es de origen romano, sin embargo, lo que se sabe es que fue reedificada por el maestro Pedro Rodríguez Remberdea finales del siglo XVI.
El puente tiene seis arcos semicirculares, en los cuales se pueden leer diversas marcas del cantero. En uno de sus lados está el museo de Arte Sacro de las Madres Clarisas y, en el otro, la entrada a la zona comercial del casco histórico. |
SITUACIÓN
Monforte de Lemos se encuentra en un valle al sur de la provincia lucense, entre los ríos Miño y Sil, siendo el río Cabe, afluente del Sil, el que pasa por la ciudad. Es el núcleo de la comarca conocida como Tierra de Lemos y capital de la zona Ribeira Sacra.
Monforte de Lemos se encuentra en un valle al sur de la provincia lucense, entre los ríos Miño y Sil, siendo el río Cabe, afluente del Sil, el que pasa por la ciudad. Es el núcleo de la comarca conocida como Tierra de Lemos y capital de la zona Ribeira Sacra.

HISTORIA
Su origen se sitúa en el monte de San Vicente. Esta atalaya, que hoy en día sigue dominando la ciudad, fue en su origen conocida por los romanos como 'Castro Dactonio'. Antes de la llegada de estos, en el castro vivían los Lemavos, cuyo nombre venía a significar 'habitantes de la tierra fértil' (Lemos: tierra húmeda).
A pesar de que el asentamiento fue destruido en el siglo VII por los musulmanes, este resurgirá con fuerza al establecerse en el la comunidad benedictina, encargada de repoblar el territorio y expandir el cristianismo. También se establecerá aquí una importante colonia judía dedicada al comercio al comercio de la seda, la plata, el cuero y los paños.
Monforte será, en la época medieval, un singular ejemplo de ciudad-fortaleza, construida alrededor de un monasterio y un castillo, situados en el alto de un monte y protegidos por una muralla llena de torres defensivas. El nombre de Monforte tiene su origen en el latín 'Mons Fortis' (Monte Fuerte).
Monforte vivió sus mayores años de esplendor en los siglos XVI y XVII cuando el VII Conde de Lemos ocupó importantes cargos en la Corte; como el de Presidente del Consejo de Indias, Vicerrei de Nápoles o Presidente del Consejo Supremo de Italia. También fue mecenas de grandes literatos como Lope de Vega, Góngora y Quevedo. La mayor parte de su legado a la ciudad fue la donación de su colección privada de Arte Sacro de las Madres Clarisas, una de las más importantes de España.
Cabe destacar también que, anteriormente, el tío abuelo del VII Conde de Lemos, dejó también huella en la ciudad con la construcción del imponente edificio del Colegio de Nuestra Señora de la Antigua, conocido como el Escorial Gallego, que además de su atractivo arquitectónico alberga en su interior el impresionante retablo de la Iglesia y una importante colección pictórica en la que destacan obras de El Greco.
A principios del siglo XIX, Napoleón Bonaparte intentará invadir España y será ahí cuando Monforte volverá a cobrar protagonismo al oponerse al invasor creando la Junta de Monforte, presidida por el abade de San Vicente. La ciudad de convirtió en un centro de fabricación y distribución de armas, así como de reclutamiento y equipamiento de soldados.
Por otro lado, a finales de este mismo siglo, en el año 1883, el rey Alfonso XII inaugura la línea ferroviaria Madrid-A Coruña, la cual convierte la capital de Lemos en un importante nudo ferroviario. Dos años más tarde, el mismo rey, le concede a Monforte el título de Ciudad.
La llegada del ferrocarril marca una época de crecimiento en todos los aspectos, tanto sociales como económicos. La ciudad también contará con numerosas asociaciones y colectivos de marcado carácter político y sindical, lo que la convertirá en un centro floreciente y activo.
Pero a mediados del siglo XX, este motor de vida que era el ferrocarril, fue poco a poco deshaciéndose; su nudo ferroviario, junto con el puesto de mano, fueron trasladados a Orense, así como sus talleres ferroviarios, considerados los más importantes de Galicia, que se trasladaron a León. Todos estos factores desembocaron en una era de decadencia económica.